Dieta saludable vs Dietas milagro ¿Cuál es la más efectiva?

Espero que ante esta gran pregunta no haya duda en cual será la respuesta más acertada...

siempre ...siempre la DIETA SALUDABLE y al final no es más que eso, tener la perseverancia de comer en la medida de lo posible lo más sano que se pueda, eso no quiere decir, que de vez en cuando nos demos algún capricho, porque de vez en cuando saltarse la dieta no solo es realista sino también hasta necesario para valorar lo bien que nos sienta comer saludable. 

El problema comienza cuando somos presas de los caprichos de manera constante o recurrimos al fast food con la excusa de la falta de tiempo. Cocinar sano es fácil y sencillo, es tan solo cambiar el chip y desprogramarse de los malos hábitos para integrar unos más beneficioso para la salud física y mental de cada quien y de aquellos que nos rodean.

Para comenzar, las dietas milagro tienen algo en común: son a corto plazo, porque todas de una manera u otra restringe algún o varios alimentos de la dieta. 

¿Por qué tienen tanto éxito? Porque nos suelen vender la expectativa de un resultado para perder un montón de kilos en un plazo de tiempo ultra corto.

Es verdad que ese tipo de dietas no son válidos para todas las personas, en primer lugar siempre que se tenga un problema de salud hay que consultar previamente al médico para que este garantice que ese tipo de dieta no nos va ser más perjudicial, en segundo lugar, tiene que ajustarse a tu realidad y preferencias, si no te gusta la carne no harás una "dieta Keto", o si no te gustan las verduras una "dieta Crudivegana", eso está claro.

Es cierto, que me he encontrado con personas que detestan las verduras y una dieta tipo cetogénica se ajusta a su perfil, y le resulta agradable de sobrellevar en su rutina diaria, esta puede ser una solución para un grupo de personas muy reducido, aunque esta dieta no es nada recomendable a largo plazo.

Es verdad, que estas dietas milagro rompen una rutina y traza una planificación estricta, a veces esto puede ayudarnos a salir de un circulo vicioso, enfocarnos en algo concreto y en un determinado plazo, pero es imprescindible que culminado ese plazo se tenga una estrategia dietética que luego garantice una alimentación saludable y mantenga la pérdida de peso lograda a largo plazo para evitar el temido "efecto rebote" con la recuperación del peso perdido y un plus de regalo. 

Luego también es importante entender que adelgazar no es lo mismo que perder peso, son conceptos diferentes. Una dieta nos puede hacer perder peso, pero no adelgazar. Adelgazar es la pérdida de peso en forma de grasa, manteniendo la cantidad y calidad de nutrientes de manera óptima. En cambio perder peso es disminuir los kilos de tu masa corporal. Los profesionales de la salud tienen herramientas que pueden medir estos valores. 

El objetivo de una buena alimentación debe ser mejorar nuestra salud y poder mantenerlo a largo plazo. Esta debe adaptarse a nuestro día a día en función de diversas características: sexo, peso, altura, actividad física, estado de salud... etc., siempre es recomendable pedir un asesoramiento nutricional para marcar pautas individuales.